En esencia, el modelo de desarrollo andino consiste en organizar la unidad con la diversidad de las gentes y de los ecosistemas y lograr la sostenibilidad con la variabilidad de la economía y del clima, en base a la reciprocidad equitativa y confiable a largo plazo y la colaboración generosa de la población en el trabajo comunitario.
Gobernar el todo para vivir en armonía con todos.
Todas estas innovaciones tecnológicas posibilitarán el mayor progreso humano y la reducción de las desigualdades sociales y regionales. El acceso generalizado por toda la población de esta nueva canasta de bienes y servicios, facilitará el ejercicio de la creatividad y el arte, se dispondrá de más tiempo para profundizar los conocimientos, se ampliarán las redes sociales y los encuentros interpersonales y contribuirá a expandir y diversificar la vida cotidiana con las actividades recreativas, festivas, religiosas y comunitarias.